Antes de empezar a realizar una actividad física, todo deportista debe de pasar por la consulta del médico, sobretodo si tiene previsto entrenar o competir con regularidad.
El mayor error de un corredor es pasar por alto ciertas revisiones básicas que pueden servirle para prevenir y detectar precozmente problemas que pueden aparecer o derivarse de la práctica del running.
Estas revisiones deben de ser lo más completas posibles.
A continuación te contamos cuáles son las pruebas que deberías considerar seriamente si lo que quieres es descartar cualquier tipo de problema de salud y practicar tu deporte favorito con total tranquilidad.
Analítica completa
En primer lugar, pide una analítica de sangre a tu médico de cabecera, que te servirá para descartar factores que puedan influir sobre el rendimiento deportivo, entre ellos anemia (por la falta de hierro) o unos niveles elevados de ácido úrico, que pueden provocar lesiones de carácter muscular y tendinoso.
Este análisis debe de medir también el nivel de ferritina, que son los depósitos de hierro. Además, te servirá a un doble propósito, ya que a partir de determinada edad es muy recomendable hacerse analíticas cada cierto tiempo, como método de control y prevención.
Prueba de esfuerzo sobre cinta ergométrica
Gracias a ella conseguirás determinar el estado físico que tienes en un momento concreto, además de ciertos parámetros como el consumo máximo de oxígeno, los umbrales aeróbico y anaeróbico y la dinámica de recuperación tras el esfuerzo, entre otras cosas. Con todos estos datos puedes saber el tipo de entrenamiento más adecuado. Con la prueba de esfuerzo se establecen los niveles de intensidad. En la mayoría de ciudades hay clínicas que ofrecen pruebas de esfuerzo para deportistas a un precio bastante asequible, o incluso puedes solicitar una en el centro de cardiología y medicina deportiva de cualquier clínica privada.
Estudio cardiovascular y respiratorio
Ambos estudios deben realizarse en reposo, en esfuerzo (para comprobar como se adapta el corazón al ejercicio) y una vez finalizado el ejercicio. También se recomienda realizar una ecocardiografía, que te permitirá saber si la estructura cardiaca funciona con normalidad, el funcionamiento de las válvulas del corazón, cómo circula la sangre, el grosor del músculo cardiaco y que servirá para detectar algunas patologías como la miocardiopatía hipertrófica, que es la causante de la muerte súbita en los corredores de fondo.
Autoestudio activo
Nunca debes pasar por alto una serie de señales que indican el riesgo de padecer problemas cardíacos, como son las palpitaciones, los desmayos durante el ejercicio, sensación de mareo o la genética, sobre todo si hay antecedentes en tu familia de personas fallecidas a edades tempranas a causa de la muerte súbita. La muerte súbita es uno de los grandes males a los que no se ha encontrado una solución. Gente totalmente sana y sin antecedentes ha sido víctima de este problema. Se produce sin previo aviso, así que lo adecuado es hacerse un chequeo con cierta regularidad.
Otros estudios
Hay otros estudios como los cineantropométricos, de flexibilidad general, biomecánico y postural que te aportarán datos sobre el porcentaje de músculo, de masa ósea y de grasa. Con ellos sabrás el peso ideal que debes mantener como corredor, las posibilidades de padecer algún tipo de molestia a consecuencia del déficit de flexibilidad, alteraciones ortopédicas referentes a las caderas, rodillas o columna vertebral e información sobre un apoyo incorrecto de los pies, que originan lesiones debido a la sobrecarga y a la variación de la técnica de carrera más adecuada.
En definitiva, que después de leer esto puedes estar un poco mareado y pensar que son demasiadas cosas, pero es importante que, si vas a entrenar con constancia y a participar en carreras populares, al menos te hagas una analítica, un ecocardiograma y una prueba de esfuerzo, y estés siempre muy atento a las señales que emita tu cuerpo para detectar posibles problemas en el futuro.
De esa forma saldrás a correr con total tranquilidad sabiendo si puedes forzar tu cuerpo y tu corazón al ritmo que le exiges.